La imaginación es la clave para conseguir un personaje inolvidable
"Quiero ser un actor de cine"
‘De mayor quiero ser médico.
No, quiero ser maestra.
Mejor, quiero ser jugador de
fútbol.
Ahora que lo pienso quiero ser
empresaria.
Espera. Ya. Ya sé lo que quiero
ser.
Quiero ser un actor de cine.’
Todo lo anterior son pensamientos que mucha gente joven,
niños y no tan niños tienen a la hora de plantearse el futuro. O incluso,
simplemente jugando con lo que más les gustaría ser.
En la mayoría de los casos, lo que nos atrae de una
profesión es su potencial ayuda a los demás, su popularidad, su poder o su
desahogada economía.
Pero en la misma mayoría de los casos, no solemos pensar en
las responsabilidades, las dificultades y la disciplina que se necesita para
llegar a ser un buen médico, maestra, futbolista, empresaria o… ¿actor de cine?
‘Actuar consiste en responder a los estímulos generados por unas
circunstancias dadas (imaginarias), de una manera creativa y dinámica que,
además, debe ser estilísticamente creíble en cuanto al tiempo y al lugar, con
la idea de transmitir ideas y emociones a un público. Todo actor que pretenda
salir airoso de este reto, debe centrar su formación en alcanzar dos objetivos
fundamentales para ello: entrenar su cuerpo para escuchar todos los estímulos
y, además, liberarlo de corsés para responder emocional,
sensorial y físicamente a todos estos estímulos cuando se presenten.’
Está
muy bien tener ilusiones, objetivos, vocaciones… Y está mejor aún intentar
formarse, aprender, forjar esa ilusión a base de esfuerzo, práctica,
entrenamiento, técnica.
Las
personas que se acercan al teatro, la televisión o el cine, suelen quedar
atrapadas por ese halo de satisfacción que da el poder representar la vida de
otros y ser admirado por ello.
Pero
suele ocurrir demasiado a menudo que no se acercan tanto a los libros que les
pueden facilitar ese logro.
Con
suerte, si se lo toman en serio, acudirán a alguien que les forme. A veces,
acuden a ese alguien después de rebotar en una prueba, en un casting…
Antonio Cantos nos demuestra en este libro que para ser actor de cine, o teatro no
basta con tener aparentemente cualidades interpretativas. Hay que prepararse,
trabajar, entrenar, ensayar y desarrollar técnicas que nos ayuden a mejorar lo
que cada uno ya lleve dentro.
Y más
aún, aunque el entrenamiento fundamental para un actor de teatro, cine y
televisión es muy similar en el desarrollo de sus herramientas expresivas,
imaginativas, creativas y de improvisación, existen elementos que distinguen
muy certeramente el trabajo que hay que realizar para uno u otro caso.
‘La interpretación ante la cámara
es fragmentada. Lo es en el tiempo y lo es en el modo de presencia del actor en
el espacio. Respecto a lo primero, un actor interpreta su papel a lo largo de
diferentes días y, frecuentemente, sin continuidad dramática. Respecto al
segundo punto, según se ruede la escena, el actor aparecerá minúsculo, en un
plano general o en un primerísimo plano; en movimiento, seguido de la cámara o
en escorzo, frente a otro protagonista o frente al océano.’
Sí, no
es nada fácil ser actor audiovisual. Los códigos no son exactamente iguales. Y,
al fin y al cabo, un actor de teatro depende de si mismo mientras que un actor
de cine, por mucho que quiera expresar desde su interior, si el plano lo aleja
hasta convertirlo en una hormiguita con un jumbo que ocupa toda la pantalla,
poco puede hacer aparentemente desde su interpretación.
Y en un
primer plano, no tendrá muchas veces tiempo ni oportunidad de sacar todos sus
registros para convencer a un público que, en un teatro le mira solo a él y
espera de él todo lo que lleve dentro.
‘En suma, con este libro
pretendemos dar una respuesta integral a las necesidades formativas del actor
en su conjunto. Por un lado, le ofrecemos la posibilidad de conseguir una
sólida preparación como actor de teatro y, además, en segundo lugar, también le
procuramos una serie de ejercicios específicos para familiarizarse,
fundamentalmente, con los planos y el ritmo de diálogo cinematográfico.’
Pero no
quiero que la sensación que se deje al final de este documento sea que no
merece la pena tener ilusiones porque no deja de ser un trabajo ingrato o
demasiado difícil como para disfrutar de él.
Desde
luego que actuar frente a la cámara es maravilloso y puede resultar esencial en
la vida de una persona.
Por eso
no quiero acabar sin provocar una sonrisa que muestra lo difícil y lo grato que
es interpretar. Es una cita que aparece en el libro de Antonio Cantos como
final de la introducción y pertenece al gran Pepe Isbert.
“Cuando te dispones a hacer tu actuación frente a la cámara,
el director te dice que inclines el cuerpo hacia un lado por efectos de cuadro,
el operador que escondas un brazo porque tapas el fondo, el iluminador que
tuerzas la cara para no proyectar sombras, el ingeniero de sonido que dirijas
la boca hacia el micrófono. Tienes que levantar una pierna para que no te pille
‘el travelling’. Una vez así, convertido en un contorsionista, ya puedes actuar
con naturalidad.”
Si al
leerlo te ha surgido una sonrisa espontánea, enhorabuena. Creo que nos hemos
entendido.
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¡¡¡¡ :D de verdad gracias este es mi sueño e llorado por meses por que pense que no lo podria lograr pero ahora me pongo a pensar que si trabajo duro puedo lograrlo y la verdad aun no se como lo puedo lograr pero debo de intentar y lo hare <3 :D !!!!
ResponderEliminarTodo las cosas se logran con esfuerzos y si es algo q te apasiona entonce bale la pena . Sheila Dominguez
ResponderEliminarAlitho, Sheila ¡¡ Así es, motivación, esfuerzo, pasión son las claves para conseguir absolutamente todo lo que uno se proponga. Todos tenemos grandes Talentos, solo hay que dejarlos ver ¡¡¡¡
ResponderEliminarNo exíste efecto sin causa, las oportunidades se crean, la mayor equivación del hombre es resignarse en lugar de intentar hasta conseguirlo, Abraham Lincoln es un gran ejemplo de perseverancia
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