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De como el buen trabajo tiene su recompensa... · CECINA DE PONI · Simón Sampedro

 CECINA DE PONI 
 Recomponer el puzle desencajado 



Esta primavera en Ñaque nos aventuramos a editar la última obra de Simón Sampedro, Cecina de Poni, un drama en el que la carcajada y el llanto se articulan de un modo tan ágil que, a menudo, no nos da tiempo a saber qué sentir. 

El de la literatura siempre ha sido un mundo complicado. Si a esto le añadimos que el formato es el teatral, no nos extraña que cuando alguien dice “Acabo de escribir una obra de teatro” reciba miradas de desdén y algún que otro comentario del tipo “No es rentable” o “Con eso no llegarás muy lejos”. Se dirá que la actitud de los dramaturgos actuales es temeraria, pero nosotros no lo creemos así: los dramaturgos de hoy en día no son otra cosa que VALIENTES.

Valientes porque apuestan por algo que aman sobre todas las cosas, algo que creen necesario y beneficioso para su sociedad aunque ésta no lo perciba. Valientes porque se dedican en cuerpo y alma a dar lo mejor de sí mismos en cada página que escriben. Valientes porque con sus palabras consiguen que, por un momento, todos los asistentes a la escenificación de sus obras sientan las mismas emociones a la vez.

Por eso, una de las más grandes (por no decir la más) satisfacciones de la gente de teatro es saber que su trabajo ha llegado a la gente. Es entonces cuando se demuestra que toda esa valentía ha merecido la pena. Una muestra de ello es la extraordinaria reseña de Elena Mahave en la revista literaria Fábula. Tanto Simón Sampedro como nosotros estamos contentísimos de comprobar que Cecina de poni está dando sus frutos. A continuación os reproducimos esta reseña:



RECOMPONER EL PUZLE DESENCAJADO

Un hotel que es “reflejo lúgubre de un humilde optimismo”; unos personajes cuyos nombres parlantes, dignos de admirar, son la guinda del pastel; un lugar exótico que condiciona la acción; y un final cuanto menos histriónico, son los ingredientes de este drama cómico que deja en la boca el sabor de los ambientes valleinclanescos.
Cecina de poni es teatro actual; sí, teatro que apenas conocemos –porque los clásicos siempre serán los clásicos- y por el que cada vez más gente nos interesamos.
El autor se sirve de la paradoja y la sentimentalidad lacrimosa para crear unos personajes que apenas se conocen a sí mismos. Palabras desgarradoras como estas de Estocastia, quien se considera a sí misma “un acierto distraído”, dan a la obra un matiz tragicómico, donde encontramos pensamientos que bien provocan una reflexión.
Amor, humor, desconcierto, hilos que se unen a la tradición y retales de una nueva poética del teatro contemporáneo vertebran estas páginas, donde el dolor de sus personajes es acuciante, y el estado de locura se reinventa y adquiere una nueva definición de la mano de un personaje, Letantoer, que cree en el poder de la mente como lo único capaz de crear estados superiores de lucidez que castiguen al cuerpo. Y no es menos sorprendente el desencadenante de esta especie de “castración” a la que se autosomete el protagonista, quien se considera un mal marido por limpiarse una deyección de gaviota sobre la espalda de su mujer –sí, ríanse con esto, pero lean la obra-. Hace más amargo –y también más divertido- el conflicto de otros personajes, León y Filimón, agentes encargados de confundir los planos de realidad y sueño a lo largo de todo el texto.
La obra es breve, pero intensa; el último canto del cisne, desgarrado, antes de morir. Y a mi juicio, un estilo de teatro cuyas raíces se hunden en la corriente del absurdo, con un mensaje no esclarecido, abierto a la interpretación personal. Hermética a veces, como si algo faltara, a lo largo de las páginas del guión encontramos las respuestas que pululan en la cabeza de los personajes.
Para reír un rato. O tal vez para llorar. Y para reflexionar. Porque solo por la fuerza atrayente y más que original del título, yo la leería. Cecina de poni, por favor.

Elena Mahave
 
Si te apetece puedes descargarte el prólogo, visualizar el Vídeo, escuchar un fragmento y más sobre 'Cecina de poni' y su autor Simón Sampedro
(en un CLICK 'Cecina de poni')


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2 comentarios:


  1. Yo he tenido ocasión de leer el texto de Simón Sampedro y me ha parecido excelente. Es un texto peculiar: hay un momento en que dudas acerca de hacia dónde te llevará la historia, es una encrucijada extraña en la que no te preguntas ¿cuál es el camino? sino, ¿esto son caminos? Por suerte, el autor te ayuda a reconocerlos como tales y te acompaña un trecho de la mano, luego al final, comprendes que el resto de la andadura tiene que ser cosa tuya. A mi me parece que este texto es el resultado de un sueño (en el sentido de artefacto onírico) llevado hacia la dramaturgia. Más que una escritura es una ensoñación grabada en tinta.

    Un saludo

    Vicente García Campo

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    Respuestas
    1. Gracias Vicente ¡¡

      'Cecina de Poni' es un texto muy especial que se presta no solo a su lectura sino también a una genialidad de puesta en escena.

      Nos encanta el broche de oro de tu comentario '... es una ensoñación grabada en tinta'

      Estamos encantados de tenerte por aquí. Sigue visitándonos. Un abrazo ¡

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