Leer teatro es como leer una receta de cocina ·
DIDASCALIAS · CÍTAME
DIDASCALIAS · CÍTAME
"Didascalias"
de Monique Martínez · Sanda Golopentia
de Monique Martínez · Sanda Golopentia
Edit. Ñaque Editora
Dos maneras de leer el teatro
La lectura de una obra de teatro se distingue en varios
aspectos de la lectura de una novela o un poema.
Según la tradición, la lectura de novelas y poemas se
percibe como una lectura independiente
y autosuficiente. Se considera
completa, a pesar de que el lector ‘ingenuo’ no sea capaz de descubrir en el
texto leído los aspectos que los críticos literarios ya identifican
durante su primer contacto con la novela
o el poema.
En el extremo opuesto, se practica la lectura de una obra de teatro
que se define como incompleta,
insuficiente y subordinada.
Aunque, aguzada notablemente por la experiencia de un lector bien informado, la lectura del texto
dramático, así como la lectura de un guión cinematográfico, de las
instrucciones de uso de una aparato o de una receta culinaria, son lecturas previas que anteceden el encuentro
esencial con el espectáculo o película, la utilización adecuada del aparato, o
la degustación experimentada del plato.
Diremos que la lectura de las novelas y los poemas es,
principalmente, una lectura literaria, que presupone la idea de experimento
mental, de encuentro imaginario con el yo secreto de un autor, de juego
existencial. (…) Afirmaremos, por el contrario, que la lectura de los textos
dramáticos, de las instrucciones, de las recetas culinarias…es, principalmente,
la lectura operativa que posibilita o instaura una nueva forma de actividad, al
constituir su aprendizaje previo indispensable.
(…)
Si bien, cabe destacar que el texto dramático se presta,
por excelencia, a dos lecturas diferentes. La primera, literaria, equivale a un
juego interpretativo, a un experimento mental que el lector ‘pasivo’ efectúa en
solitario, frente al texto. Esta lectura no siempre depende de un espectáculo
propiamente dicho. De hecho, son escasos los espectadores que van a leer una
obra de teatro antes de acudir a su representación.
A pesar de que la lectura
literaria de la obra desemboque en un espectáculo mental denominado por Banu
como el teatro de la memoria, éste último no va a influir en el espectáculo “de
carne y hueso”. Como mucho va a modular la recepción del espectador que ha
tenido la suerte de establecer, simultáneamente un contacto imaginario (de
lectura) y de contacto real (de participación en el espectáculo) con el texto
dramático.
La segunda lectura, operativa, consiste en el trabajo
interpretativo elaborado por una colectividad
lectora ‘activa’ compuesta por el director de escena de la compañía, con el
fin de transformar el texto dramático en espectáculo. Desde ese punto de vista,
el texto del autor dramático es un guión teatral, el equivalente a las
partituras para conciertos o de las recetas culinarias. Es, dicho de modo más
sencillo, la receta de un espectáculo (las instrucciones de uso de una obra
teatral constituidas por el texto de la puesta en escena)
¿Tomamos el aperitivo o cocinamos?
Extracto del
Manual editado por Ñaque: “DIDASCALIAS · Hacia una nueva interpretación de las didascalias”,
de las autoras Sanda Golopentia · Monique Martínez
CITAME de este mes de SEPTIEMBRE/12 ·
10% Dto. en la compra de 'Didascalias' de M. Martínez y S. Golopentia
COMPRAR EL LIBROEs una iniciativa de LIBRERÍA DE TEATRO y ÑAQUE Editora
Si te ha gustado este artículo, compártelo con las personas que realmente te importan ¡
http://www.libreriadeteatro.com/
Síguenos
http://www.facebook.com/proyectonaque
No hay comentarios:
Publicar un comentario