Este mes sorteamos este sorprendente libro de teatro ¡¡¡¡
Quinta Avenida esquina con qué
de Paul M. Viejo
Edit. ÑAQUE editora
Más info sobre 'Quinta Avenida esquina con qué' 
Quinta
Avenida esquina con qué nos instala en las calles
de Nueva York. En la ciudad que nunca duerme hay un hombre insomne que callejea buscando la realidad. No
estamos ante una imagen festiva de la ciudad, el autor nos la presenta repleta
de personajes desubicados, personajes solitarios que andan buscándose a sí
mismos.
MENDIGO · “No
es tan difícil imaginar de dónde viene alguien. No existen tantos lugares posibles.
Lo difícil es saber a dónde se dirige uno…” (p.29).
Paul M. Viejo trata los temas de la
soledad, del desarraigo, de la búsqueda de uno mismo, de los sueños y anhelos,
de la realidad que absorbe al individuo. Son temas que recoge de los Cuadernos de Nueva York de José Hierro.
El teatro es un trasvase de los poemas de Hierro.
¿Hacia dónde vamos? ¿Dónde está la
realidad? ¿Vivimos o soñamos? ¿O vivimos una vida que otros están soñando?
Estas preguntas son las que andan flotando en el texto, a las que el hombre
insomne intenta dar respuesta. ¿Pero cuál es la respuesta?
Hoy en día, en los países desarrollados
en los que la sociedad cuenta con todas las comodidades y con tiempo libre para
pensar y reflexionar, estas preguntas vuelan sobre muchos de sus individuos.
Estamos en el mundo, pero ¿para qué? ¿Adónde vamos? ¿Es real lo que estamos
viendo? ¿O somos parte de un gigantesco Gran Hermano? En la época de las
realidades virtuales, ¿cuál es la realidad?
El hombre insomne acaba diciendo que la
realidad es un unicornio paseando por la ciudad de Nueva York. ¿La realidad
acaso es eso, un lugar donde todo es posible?
Nueva
York es la ciudad que nunca duerme,
¿qué otras ciudades tienen manías?
¿qué otras ciudades tienen manías?
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esperamos a todos ¡¡¡
Es una iniciativa de
El sorteo de este libro se realizará entre los comentarios recogidos en este blog desde el día 1 de octubre a las 00,00 h, hasta el día 31 de octubre a las 23,59 h.
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En Montréal todo el mundo odia las ardillas. Hay miles correteando por la ciudad, cruzando entre los coches, robando la merienda a los que se sientan en los parques. Nadie les hace nada, por supuesto, pero la gente las considera poco menos que ratas. A mí, como español, me reusltaba fascinante ver montones de ardillas saltando por todas partes sin miedo a los humanos, especialmente en esta época de otoño, en que andan haciendo acopio de víveres para el invierno. Y todo el mundo me decía: cuidado que no te muerda una, transmiten todo tipo de enfermedades.
ResponderEliminarJeje ¡¡¡ Claro Luis, esto de viajar tiene su aquel. Y ya se sabe, especialmente los españoles tenemos nuestra forma ¡tan particular! de ver las cosas ¡¡¡
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVoy a comentar una manía de una ciudad a la que no viajé, sino donde vivo: Ciudad Real.
ResponderEliminarY la bendita manía son: Las tapas. (Gratis, por supuesto.)
Cualquier nuevo 'negocio de restauración breve' (vulgo bar) que pretenda subsistir en Ciudad Real debe tener en cuenta dos máximas.
Primera, tener profusión, generosidad y/o originalidad en el tapeo.
Segunda, tratar a su cliente con las tapas con detalle.
Hay algunas 'manías' que son casi religión en el tapeo si se quiere mantener la clientela.
Nunca pongas de primera tapa encurtidos o frutos secos o patatas fritas. El cliente no llegará a la segunda ni volverá.
Si viene más de un cliente y en una siguiente ronda no piden todos porque algunos llevan el ritmo cambiado, no se te ocurra no poner tapas para TODOS. Eso supone 'una cruz'.
Por último, si tras una primera ronda te piden una ración, no dejes de poner tapas con el resto de rondas.
Igual que la lluvia no quita riego, la ración no quita tapa.
Lo dicho, hay dos razones para venir por Ciudad Real, sus tapas y su gente... y no necesariamente en ese orden!!!
Pues yo os traigo otra historia, pero más triste. Yo os voy a hablar de Budapest, la ciudad de los suicidios. Seguro que conocéis la muchas veces versionada Gloomy Sunday. Esta canción fue originalmente compuesta por Lászlo Javor y Rezso Szeres. En 1936, tres años después de que se compusiera, se desencadenó una serie de suicidios en Budapest, más de 100 muertes voluntarias tuvieron lugar en la ciudad. Se culpó a esta canción de la desgracia. En EEUU incluso la censuraron. Desde entonces Budapest tiene fama de ser la ciudad de los suicidios y decenas de personas mueren todos los años arrojándose a las frías aguas del Danubio tras haber escuchado, tal vez, Gloomy Sunday.
ResponderEliminarSi, Vanesa la historia es triste, pero también curiosa y sin duda muy acorde con el tono nada alegre del texto que sorteamos 'Quinta Avenida, esquina con qué'.
ResponderEliminarGracias por compartir esta historia que ayuda a ampliar nuestra ruta de viaje ¡¡¡
Me alegro que os haya gustado y sobre todo que os haya animado a visitar Budapest. Creo que es una de las ciudades más especiales de Europa.
ResponderEliminarMi historia no fue en la Quinta Avd., sino en Oxford St., igual de cosmopolita, pero màs cercana. Estuve viviendo allì una temporada y entraba a trabajar a las 6:00 de la mañana. Esa noche de enero habìa caido una copìosa nevada y algo màs de un palmo de nieve cubria la calle. Yo iba en el primer autobus de la mañana y, al saltar de èl en la parada, mirè hacia adelante por la ancha calle y lo que vi fue una de las imàgenes màs bonitas que he visto en mi vida. Toda la calle vacia, blanca por todos lados, sin una sola marca de huellas en la nieve y, unos metros màs adelante, un zorro curzando de lado a lado. A mitad de camino se parò, mirò hacia nosotros y tras unos segundos siguiò tranquilamente su camino. Sin ninguna prisa, con parsimonia. Me produjo una extraña sensaciòn, como de inquietud, desasosiego y cierta tristeza, ademàs de el deleìte estètico. Estaba fuera de lugar, ¿què hacìa un animal salvaje cruzando por el centro de la ciudad? Era como una escena de pelìcula apocalìptica.
ResponderEliminarMadre mía ¡¡ Que internacionales estáis todos ¡¡
ResponderEliminarLa verdad es que viviste un experiencia realmente inolvidable, de esas que dejan huella profunda -y nunca mejor dicho-.
Es extraordinario que hayas querido compartirlo con todos nosotros.
Cada vez que pasemos por Oxford St. estaremos muy atentos, aunque esto es ese tipo de vivencias que no se repiten.
Y de la apocalípsis tendremos que hablar otro día, que dará para mucho ¡¡¡ Jajaja....
Historias todas extraordinarias que nos han permitido trasldarnos a otras ciudades, a viajar a través de las viviencias Luis, Fernando, Vanesa, El Apuntador ...
ResponderEliminarOs invitamos a todos a seguir seduciéndonos con otros mundos, lugares, entornos ¡¡ Muchas gracias !!!
Como dice el Mendigo en 'Quinta Avenida...' Lo difícil es saber a dónde se dirige uno, tal vez ese zorro salvaje nos estaba marcando un camino..
En esta ocasión, esas huellas en la nieva han marcado el destino de El Apuntador como ganador de éste SORTÉAME de octubre. Enhorabuena ¡¡¡¡¡¡¡
(Y ya sabes, envíanos tu dirección postal a naque@naque.es para enviarte este extraordinario texto de Paul M. Viejo)